martes, 9 de julio de 2013
Operaciones en Verde
Las operaciones de poda en verde se efectúan durante
el período de actividad vegetativa para
completar la poda de invierno y asegurar un mejor equilibrio entre la parte
vegetativa y los órganos productivos. Habremos de distinguir según se trate de
la supresión de brotes herbáceos que
nacen en la madera vieja (tronco y brazos) de la cepa, o del aclareo de
aquellos que lo hacen partiendo de las yemas de producción que se dejaron en la
poda del año anterior, formando parte de los pulgares y varas.
Espergurado. Operación que consiste en la
supresión, en estado herbáceo, de los brotes que nacen en la madera vieja
(tronco y brazos) de la cepa, respetando algunos que pudieran servir para la
sustitución ventajosa de algún pulgar o brazo, y aún para rehacer la cepa
entera.
Asegurando que el peligro de heladas
primaverales ha desaparecido procedemos a esta operación de una a dos veces
pues el desarrollo de las yemas dormidas no es simultáneo. Los pámpanos se
desprenden fácilmente y al hacerlo dejan una herida insignificante que
cicatriza pronto y bien. Si se retrasase esta operación las heridas son ya de
alguna consideración, con las consecuencias perjudiciales debidas a que se
suprime cantidad cada vez mayor de hoja desarrollada con función asimiladora.
Con esta práctica, el vigor individual de los
pámpanos de los pulgares queda aumentado registrándose una mejor calidad en el
fruto, efecto debido, probablemente, a una mejor aireación y soleado de las
hojas conservadas. Las primeras contaminaciones de enfermedades criptogámicas,
originadas por las esporas de invierno que están en la tierra, alcanzan más
fácilmente los pámpanos más bajos, y la supresión de éstos reduce las
probabilidades de contagio.
La
espergura corrientemente se efectúa a mano siendo una operación fácil y poco
costosa que consiste en abrazar con la mano la parte del tronco o brazo donde
se inserta el brote que se quiere eliminar dándole un pequeño giro para lograr
tal supresión.
Aclareo de brotes
en pulgares y varas. Consiste en la supresión manual de brotes que, aún insertándose en los
pulgares y en varas, no llevan futuros racimos. Esta supresión redunda sobre el
vigor de los pámpanos conservados pero un abuso puede disminuir la superficie
de hojas, sistema elaborador de savia, con perjuicio patente de las
posibilidades de la planta. Esta operación está limitada en cepas sometidas a
podas cortas o vasos, y cuando la practiquemos lo haremos con gran
discernimiento y prudencia, sin llegar, en la mayoría de las ocasiones, a la total
supresión de todo pámpano infértil. Esta
supresión será más precisa en plantas de poco vigor no siendo así para plantas
y pulgares vigorosos.
Empalizado de la
vegetación u operaciones de elevación y recogida. Esta es una operación que se
realiza en la vegetación de las viñas empalizadas. Permite evitar el
amontonamiento del follaje perjudicial para la fotosíntesis y para la calidad
de las uvas y reducir la obstrucción de la vegetación en las calles, lo que
podría estorbar el paso de las máquinas.
Esta operación de elevación y recogida de las
viñas empalizadas en un plano vertical la hacemos a mano. Este trabajo exige
una o varias pasadas según el tipo de empalizado y el vigor de las vides.
Cuando los alambres de empalizado son fijos los pámpanos se pasan entre los
alambres. Cuando el empalizado dispone de alambres elevadores móviles, la
vegetación se coloca más rápidamente en posición vertical en la primera pasada
subiéndolos y manteniéndolos juntos con ayuda de los alambres.
Despunte. Esta
operación consiste en suprimir la extremidad de los pámpanos. Esta operación
puede realizarse en distintas épocas de la fase herbácea de los brotes y
afectar mayor o menor porción de pámpano.
En un pámpano de desarrollo nos encontramos
con hojas viejas de la base, cuya función clorofílica, aunque importante, es
menor que la de las hojas adultas que ocupan posiciones medias. A continuación
hojas todavía en crecimiento, que cumplen aún su función de una manera
imperfecta, y finalmente hojitas apenas destacadas del cono terminal, cuyo
crecimiento tiene lugar a expensas de la savia elaborada por las restantes del
pámpano.
El despunte deberá suprimir sólo
estas puntas parásitas. Si es más severo y afecta a la mayor porción de
pámpanos, restará además hojas, que están asimilando siendo éstas menos
consumidoras y al disminuir la superficie total asimiladora debilitará y restará
vigor al pámpano despuntado, disminuyendo el peso del sarmiento a que dará
lugar después de su agostado, y ello en mayor medida cuanto más grande sea la
porción del pámpano suprimido y más temprana la operación.
Cuando se despunta un pámpano, su crecimiento
en longitud se detiene tanto más tiempo cuanto más tardíamente se efectúa esta
operación, pasado el cual los conos de las yemas próximas a la región
despuntada dan, con su crecimiento, brotes en abundancia, y cuyas extremidades
se comportan igualmente como parásitas. Este crecimiento de nietos,
contranietos se traduce en una aproximación del follaje (vegetación), que
determina mayor cantidad de sombra.
Esta operación está sobradamente justificada
en las formas de espaldera en las que se desea contener el vigor de brotes de
situación privilegiada en beneficio de otros más débiles.
Conviene señalar un efecto muy importante del
despunte que es su acción sobre el corrimiento de la flor y, por tanto, sobre
la cosecha. Este corrimiento obedece muchas veces a una alimentación deficiente
de los racimos de flor, antes de la fecundación, lo que da lugar al aborto;
durante la fecundación, con lo cual ésta no llega a completarse, y después de
la fecundación, lo que produce poco crecimiento, y aún caída de granos.
Se debe proceder al despunte en
el momento de la floración para que los racimillos de flores, o también los de
fruto recién cuajado, estén mejor alimentados y por consiguiente, una mejoría
sensible en el rendimiento.
La época de despunte debe ser
como máximo unos cuatro o cinco días antes de florecer la viña, a seis u ocho
días después de terminado tal fenómeno. El peso de la cosecha parece mayor
cuando se despunta inmediatamente después de la floración.
La parte de pámpanos
suprimida será de unos 15 a 20
centímetros. Los despuntes más enérgicos, cerca ya de la parada de crecimiento
de verano, pueden ocasionar un debilitamiento exagerado por una aminoración de
follaje, pérdidas de vigor que se traduce en retraso de la madurez del fruto
con disminución de la calidad. Según el vigor de las cepas o brazos, el clima y
sus incidencias, consideraremos el rigor de esta operación procurando no
excedernos de los días señalados.
El despunte lo realizamos
manualmente con tijeras, y algunas veces, en despuntes de poca intensidad
tempranos, se efectúa troncando con los dedos la sumidad de los pámpanos.
Desnietado. Los nietos son pampanillos producidos por el brote de las yemas
prontas o de brotación anticipada. Esta operación comprende la supresión total
de nietos así como su despunte.
Sus efectos al igual que el despunte es una
paralización temporal y parcial de las actividades de crecimiento terminal, con
sus repercusiones consiguientes:
- Favorece el cuajado de frutos
- Mejora la ventilación y soleado de los pámpanos recientes
- Mejora la efectividad de los tratamientos fitosanitarios
- Facilita la vendimia.
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