martes, 20 de agosto de 2013

La satisfacción del cliente

La satisfacción del cliente es uno de los resultados más importantes de prestar servicios de buena calidad.

A continuación os dejo un comentario en TripAdvidsor, de una persona que visitó recientemente la visita.

Con clientes así da gusto trabajar.

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“Experiencia enológica totalmente recomendable. Visita obligada en Alcalá la Real”

Visitar esta bodega es una parada obligatoria si vas a Alcalá. Incluso diría aún más, en mi caso el motivo de visitar Alcalá ha sido la bodega. Nuestra valoración de la experiencia es muy positiva y la recomendamos sin dudarlo. Aquí podrás conocer de mano de la titular y enóloga de la bodega, Blanca, todo lo que rodea al arte de la elaboración del vino. ¡Y cuando digo todo es todo! Al ser un negocio familiar, todos los trabajos de la bodega son realizados por Blanca y su padre Marcelino y eso se nota en el entusiasmo y detalle de sus explicaciones. Por cierto, si no te gusta el vino, también recomiendo la visita, ya que posiblemente aprendas cosas que no conocías y te despierte la curiosidad. Y si te gusta el vino, por supuesto disfrutarás aún más.

Antes de la visita ya conocía alguno de sus vinos, e incluso hace algunos años había disfrutado en Jaén de una breve cata dirigida por Blanca (que para mí fue un antes y un después, ya que hasta ese momento no me atraía el mundo del vino). Finalmente nos animamos un grupo de amigos y familiares a visitar la bodega y me puse en contacto con Blanca por correo electrónico para fijar un día para la visita. El correo electrónico es respondido con rapidez y muy amablemente, lo que es de agradecer.

El punto de reunión fue la tienda de la Avda. de Iberoamérica, desde donde Blanca acompaña con su coche a los visitantes, para dirigirlos a la Bodega que está en el Paraje El Cascante (que no es fácil de encontrar). La tienda es fácil de encontrar, junto al supermercado Mercadona. De paso que hablo de la tienda, comentar que no sólo vende sus vinos, sino también diferentes utensilios y complementos, además de algunos otros vinos. La tienda no es muy grande, pero merece la pena comenzar la visita aquí echando un ojo.

La visita digamos que tiene tres partes. Primeramente se da un breve paseo por los viñedos. Luego se va conociendo cada una de las fases de la elaboración del vino: el prensado, la fermentación, la crianza, el embotellado... Lo mejor de todo es ir escuchando las detalladas explicaciones de Blanca, preguntarle todo aquellos sobre lo que tengas curiosidad, y poder ver de primera mano toda la maquinaria y tecnología necesaria. Lleva más o menos una hora y es muy muy interesante.

Finalmente llega la parte de la degustación de varios vinos, en nuestro caso un blanco, un rosado y un tinto con envejecimiento en barrica. De nuevo, Blanca ameniza esta degustación con sus comentarios y explicaciones, y facilita el saber apreciar las cualidades de los vinos elaborados en la bodega, pero también las cualidades del vino en general. Es todo un lujo el compartir pareceres durante la degustación con un profesional con experiencia.

La degustación está acompañada de otros productos de la tierra, como aceite de oliva virgen extra (buenísimo!) y quesos de cabra y de oveja de los que todavía me estoy acordando, ¡vaya sabor!

La visita dura una hora y media aproximadamente y el precio es de 10 euros por persona, lo cual me parece correcto. El pago lo hicimos volviendo de nuevo a la tienda y así de paso pudimos comprar algunas botellas de vino (¡como no!). No obstante, hay otros tipos de visita con otras características y precios, por ejemplo puede realizarse una cata más "formal" en lugar de la degustación, por 20 euros por persona.

Jaén no es sólo olivos, y aquí hay una muestra de ello. Sin necesidad de ir a La Rioja, puedes disfrutar de una experiencia enológica en toda regla. ¡Totalmente recomendable! Por algo esta bodega apareció en televisión en el programa "Un país para comérselo" de Juan Echanove e Imanol Arias.




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